De mucho tiempo atrás, me viene el interés por el Derecho Contravencional en la Provincia de Tucumán; y llamativamente no encuentro la satisfacción de llenar intelectualmente el vacío que existe en doctrina y en la faz procedimental.
Por otro lado, cada vez que nuestros tribunales se pronuncian en materia contravencional, surgen en los periódicos locales títulos en catástrofe, que denotan asombro a raíz de un “nuevo descubrimiento” en la aplicación de la Ley de Contravenciones Policiales.
Asimismo, para algunos, genera escozor y es una braza caliente que quema el alma del que clama justicia, en silencio. Otros se rasgan las vestiduras, y ciertas apetencias surgen – no buscando justica precisamente-.
Como sea, y sin ánimo de polemizar, la contravención policial requiere un estudio sistemático y serio -aunque algunos digan que es un tema superado-.
Sin embargo, la idea emergente es compartir con Ustedes, la inquietud de buscar, en los albores de nuestra Patria y en especial, el sistema imperante por estos lares, en materia de contravenciones policiales, la génesis del problema y su evolución histórica.
Desde ésta última perspectiva, nos hemos llevado una gran sorpresa al comparar el sistema actual, con el imperante hace más de un siglo; no solo esto, sino que, inconscientemente seguimos sometidos al yugo de nuestros conquistadores con institutos y “tipos” contravencionales y sistemas sancionatorios anacrónicos.
Por ende el tema se justifica, por el hecho de contribuir en un sencillo homenaje -desde lo doctrinario-, a los forjadores de la Patria, con motivo de los 200 años de nuestra Independencia; ya la vez, un llamado de atención para el poder político de turno, para que deuna vez por todas aseguren un vivir en plenitud, conforme al legado y aspiraciones de nuestros fundadores.