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La prescripción adquisitiva desde la visión del litigante y del juzgado

A casa llena, el pasado 24 de octubre se realizó en el salón de actos del Colegio de Abogados de Tucumán, el Café Jurídico "Juicio de Prescripción Adquisitiva", el cual contó con la destacada participación de los doctores docentes Salomon Yatzkaier y Pedro Pérez

Por Redacción LEX

El Café Jurídico es un espacio que surge de la Comisión de Jóvenes del Colegio con la idea de acercarle al nóvel una herramienta más al momento de ejercer la profesión. Se trata de encuentros en los que, café de por medio, un expositor invitado mantiene una charla con los asistentes respecto de una temática jurídica. Es una actividad abierta y gratuita que se caracteriza por generar un ambiente cercano y descontracturado con el expositor, quien toca fundamentalmente aspectos prácticos útiles para los colegas.

El más reciente Café, cuya disertación estuvo a cargo de los doctores docentes de las cátedras de derecho penal y civil, Salomon Yatzkaier y Pedro Pérez (juez civil y comercial 8va. nominación), tuvo como novedad la posibilidad de escuchar y conocer las dos visiones de los juicios de prescripción adquisitiva, desde el punto de vista del litigante y desde el juzgado.

Juan José Cejas, abogado miembro de la comisión de jóvenes y uno de organizadores del último evento, señaló que «la receptividad de esta iniciativa es cada vez más positiva. Desde el inicio los Café Jurídico fueron creciendo e imponiéndose como una actividad ‘tradicional´ de la comisión,logrando cada vez mayor concurrencia, como es el caso de los dos últimos Cafés, a los cuales asistieron más de 100 colegas».

En cuanto a las temáticas que son abordadas, Cejas destaca que las mismas «apuntan a cuestiones prácticas y son planificadas con base a sugerencias de los asistentes, permitiendo un intercambio cercano con el expositor y la posibilidad de aclarar dudas».

Tanto expositores como asistentes concuerdan en la relevancia de este espacio, dado que el mismo aporta herramientas tendiente a mejorar las prácticas a la hora del ejercicio, redundando en una menor cantidad de trabajo para el juzgado -menos errores, mayor practicidad en los planteos- y en una mayor celeridad en la resolución de los procesos.